sábado, 19 de julio de 2008

Historia Louis Braille.

Cierto día del año 1812, en el pueblo francés de Coupvray, un niño jugaba en el taller de
su padre. De repente cogió dos cuñas y salió corriendo con ellas, tropezó y cayó. En este
accidente el niño Louis Braille perdió un ojo y no tardó en quedarse totalmente ciego.
A los diez años fue admitido en la escuela para ciegos de París -la Institución Nacional
de Jóvenes Ciegos-, cuyo fundador fue Valentín Hauy, quien le enseñó el alfabeto
guiando sus dedos por las veintiséis letras que él había fabricado con unas ramitas.
Muy pronto Louis estuvo en condiciones de leer los libros que Valentín Hauy había
compuesto con mucho trabajo (pues tenía que cortar los caracteres de las letras en tela y
pegarlas sobre el papel): cada letra tenía unos siete centímetros de largo por cinco de
ancho. A causa de estas enormes dimensiones, la fábula de Renard "El zorro" llenaba
unos siete volúmenes de unos cuatro kilos de peso cada uno.
Uno de sus compañeros descubrió en unas tarjetas ciertas impresiones en relieve, que
correspondían a unas letras fuertemente talladas y se dedicó a formar letras por medio
de caracteres movibles. Pero estas letras debían por lo menos medir dos centímetros de
altura: un "libro" compuesto de esta manera resultaba terriblemente incómodo y su
lectura sumamente difícil.
Braille dedicó todo un verano a recortar trozos de cuero y terminó con las manos
completamente magulladas. Luego hizo varios ensayos, combinando triángulos
cuadrados y círculos para formar las distintas letras, pero se dio cuenta de que ninguno
de sus sistemas era práctico.
Con el paso del tiempo, Louis fue nombrado profesor de la Institución Nacional de
Jóvenes Ciegos. Cierto día escuchó en la terraza de un café parisiense una historia que
le apasionó: un capitán había ideado un sistema de puntos y trazos en relieve que
permitían escribir en la oscuridad. Un mensaje trascrito de esta manera podría ser
descifrado al tacto sin necesidad de luz.
Así fue como buscó al capitán Barbier, quien le reveló a Braille cómo -con la ayuda de
un punzón- ejercía una cierta presión sobre un papel grueso, hasta que en el anverso del
mismo se pudieran notar unas pequeñas protuberancias. El sistema estaba basado en un
sencillo código utilizado por el ejército.
Braille trabajó sin descanso hasta que cinco años después apareció el primer libro
impreso con su método y que llevaba su nombre. Como si fuera una ironía del destino,
había tenido que usar un punzón igual que el que lo había dejado ciego.
La realización de su libro le había costado cinco años de arduo trabajo por la terrible
enfermedad que padecía, misma que lo llevaría a la tumba a los 43 años.
Sirviéndose de un enrejado rectangular con seis agujeros, Louis Braille inventó 63
combinaciones diferentes: además de las letras del alfabeto, representaban los signos de
puntuación y las abreviaturas de ciertas palabras muy cortas.
En 1836, a la edad de veintisiete años, Braille había reunido unos textos escogidos de
John Milton en ese método. Poeta ciego, en el curso de la conferencia que dio en el
Instituto, ante alumnos suyos y profesores delegados de otras escuelas, demostró que
podía escribir perforando a un ritmo casi tan rápido como el de la palabra. A
continuación releyó lo que había escrito a casi la misma velocidad que una persona
normal.
Pero sus colegas celosos le dijeron que había aprendido el texto de memoria y su
sistema fue rechazado para emplearse en las escuelas para ciegos, ya que se seguía
prefiriendo la educación con la escritura en relieve. Braille le enseñó el método a sus
alumnos, perforó también símbolos matemáticos y les enseñó a resolver ecuaciones.
Poco después creó un código de anotaciones musicales y se convirtió en un hábil
organista.
Louis Braille Braille se enteró en las postrimerías de su enfermedad del triunfo de su
método. El llamado sistema Braille ha alcanzado tanta importancia en la educación para
los ciegos, que desde 1895 el apellido de su inventor figura en los diccionarios como
una palabra más. Su sistema ha sido incluso adaptado al idioma chino y todos los meses
en el mundo entero se publican gran número de revistas con dicho sistema.
El busto de Louis Braille, colocado sobre la fachada de la pequeña guarnicionería de
Coupvray, representa con claridad la visión de este francés, ya que cuando muchos
bustos de piedra parecen privados de la vista, éste -que perpetra el recuerdo del genial
ciego- posee unos ojos plenos.

Importancia de la enseñanza del Braille.
La transmisión de conocimientos ha sido para el ser humano una constante
preocupación. Las prehistóricas pinturas rupestres, los documentos en tabletas de barro,
papiro, cuero, papel, y ahora los formatos electrónicos son todos ejemplos de ese deseo
de proyectarse hacia el futuro. Mediante ellos, el ser humano refleja su quehacer y
transmite para beneficio de otros, el conocimiento adquirido.
La acumulación de conocimientos ha permitido que el ser humano pueda mejorar su
entorno, su situación económica, cultural y social, y hasta prolongar su vida.
Hasta 1836 sin embargo, año en que el francés Louis Braille diseñó su sistema de
escritura y lectura, la mayor parte de las personas ciegas estaban ajenas a esa vasta
acumulación de conocimientos.
Ciego desde los tres años, como consecuencia de un accidente en el taller de talabartería
de su padre, Louis Braille es internado en una escuela para niños ciegos.
Es allí donde a los quince años de edad, diseña su sistema de escritura y lectura.
Desde entonces, su sistema de seis puntos a relieve, que combinados sirven para formar
tanto letras como números, han permitido que las personas ciegas advengan al mundo
del conocimiento, y poco a poco a la plena integración social.
Lamentablemente, la enseñanza de Braille ha decaído en las últimas décadas.
Especialmente, para los niños clasificados como "parcialmente ciegos".
Dicha actitud se justifica señalando que el Braille está obsoleto, o que a la luz de
adelantos tecnológicos tales como espejuelos telescópicos, sistemas de circuito cerrado,
libretas electrónicas parlantes y programas lectores de pantalla para que una persona
ciega pueda trabajar con computadoras, hacen innecesario la enseñanza de Braille.
Estudios como los de la Doctora Ruby Ryles, Catedrática de Louisiana Tech University,
dan al traste con esa forma de pensar.
Tanto el niño "parcialmente ciego" como el totalmente ciego, puede, si aprende a
temprana edad a leer y escribir Braille, adquirir una mayor capacidad para competir en
igualdad de condiciones con sus condiscípulos.
Dicho niño puede llegar a leer hasta 700 palabras por minuto.
Más importante, dicho niño, al igual que un niño con vista, logra establecer una clara
conexión entre el grafema y el fonema. Hecho que le permitirá retener en su mente no
sólo el sonido, sino la forma.
Es importante el dar paso y utilizar los adelantos en tecnología que facilitan la
comunicación y acceso a la información.
Sin embargo, los equipos electrónicos a pesar de ser una gran herramienta en muchos
casos sumamente costosos.
En ciertas situaciones resultan imprácticos en la medida en que no pueden cargarse y
dependen de electricidad, lo que le dificulta a la persona desenvolverse en las demás
gestiones del diario vivir. Si bien es cierto que esta legislación establece que Braille será
el método fundamental de enseñanza, es imprescindible que estén disponibles todos los
instrumentos alternos de lectura al igual que su enseñanza al estudiante no vidente que
así lo requiera.
Dado el hecho que Puerto Rico es uno de los lugares donde la enseñanza de Braille se
ha descuidado, creemos pertinente que se establezca que el Braille sea el método
fundamental para los niños considerados ciegos.
Es imperante que las personas ciegas tengan el acceso tanto a los avances tecnológicos
como al método de enseñanza de Braille de manera que se les garantice el derecho a
contribuir al quehacer social como cualquier otro ciudadano.
Con ello, le abrimos el camino hacia una plena integración social, para que pueda
asumir tanto sus derechos como sus responsabilidades.


Alfabeto Braille.
Introducción.

El alfabeto braille fue inventado a principios del siglo 19 por Louis Braille. Desde
entonces, el mismo prácticamente se ha mantenido intacto, con excepción de algunas
modificaciones. Y todavía hoy día se utiliza como medio de lectura de las personas ciegas.


El Sistema Braille.
Cada caracter o celda en braille se componen de seis puntos, arreglados en dos
columnas por 3 filas. Hay un total de 63 combinaciones más el caracter que representa
un espacio en blanco. Las combinaciones de puntos se pueden representar según su
posición universal ya establecida, 2 columnas de tres filas. Por ejemplo, la combinación
de puntos 1-3-4 describe una celda con 3 puntos marcados, al principio y al final de la
primera columna y al principio de la segunda columna. Los números son representados
usando las primeras diez letras del abecedario precedidas del signo de número.



1 comentario:

XLuis MP dijo...

Como dijo Braille "las personas que ven tienen muchos deseos, los ciegos sólo uno". Y ya no digamos los sordociegos. Esto mismo, o algo parecido, puede decirse para las otras discapacidades. O por lo menos para la gram mayoría porque cada persona es un mundo, o mundos.Y también tienen otros deseos, claro.